El agua no facturada representa agua que ha sido producida y que se “pierde” antes que llegue al cliente (ya sea a través de derrames, robo o uso ilegal, por el cual no se realiza un pago). Parte de ésto puede remediarse por medio de acciones técnicas o administrativas apropiadas. Puede entonces ser usada para enfrentar la demanda actualmente insatisfecha (y por lo tanto aumentar la facturación de la empresa), o para diferir futuros gastos de capital para brindar suministro adicional (y por lo tanto reducir costos a la empresa).

La IWA distingue entre agua que no produce ingreso (%) y las pérdidas (%). Esta última no incluye el uso legal que no se paga y generalmente se mide en m3/con/día. La diferencia es generalmente pequeña y aquí se usa el agua no facturada, que no produce ingreso.

Existe un debate sobre la medida más apropiada de agua no contabilizada. Si se toma un porcentaje, ésto puede hacer que las empresas con altos niveles de consumo o redes compactas, tengan un mejor desempeño que aquéllas con bajos niveles de consumo o redes extensas. Para capturar estas diferentes perspectivas se ha vuelto norma informar tres medidas de agua no contabilizada.